MANUAL DE IDIOTAS
Enrique Ghersi*
Junio 1996
LIMA (AIPE).- Todo empezó en el bar del hotel don Pancho de Benidorm,
en el sur de España. Las Primeras Jornadas Liberales Iberoamericanas
organizadas en España por el peruano Fernando Iwasaki habían
convocado a un grupo de intelectuales para discutir sobre la situación
de la libertad en el mundo. Al final de los debates, cuando un grupo
liderado por Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Alvaro
Vargas Llosa miraba la televisión, el noticiero dio cuenta de
que el futbolista argentino Diego Maradona, de visita en Cuba, se había
proclamado admirador y partidario acérrimo de Fidel Castro.
Apenas se informó de ello, Plinio estalló en furia. Carlos
Alberto calculó, casi de inmediato, los millones de dólares
que Maradona podía haberse embolsado con este golpe de efecto.
Y Alvaro, más agresivo aún, sostuvo la necesidad de esperar
de inmediato una campaña internacional dirigida a denunciar los
excesos de la intelligentsia latinoamericana, en el supuesto asaz dudoso
de que el futbolista la integrase.
La primera vez que oí la frase fue cuando, hastiado ya por la
indignación, Montaner sostuvo que el futbolista era el prototipo
del “idiota latinoamericano”. Esa especie de bípedo
impune capaz de sostener sin el menor reparo la verdad de perogrullo
o trivialidad de moda, a cambio de aparentar ser una persona informada
y seria.
Hoy los tres escritores nos ofrecen una versión, polémica
y apasionada de este problema con su “Manual del Perfecto Idiota
Latinoamericano” que, publicado por Plaza & Janes, acaba de
ser presentado en diferentes capitales del continente por una gira trashumante
de los autores.
La intelectualidad latinoamericana ha estado influenciada por los arquetipos.
Renunciando a su creatividad y no queriendo ver sus indudables aportes,
el típico intelectual de nuestro continente es aquel que se conduce
por la moda europea, al abrigo del temperamento norteamericano y con
la reminiscencia étnica suficiente. Este personaje recorre nuestra
historia sin el menor interés por la realidad. Sólo se
fija en el prejuicio, generalmente el suyo propio, sentenciando a cada
rato una media verdad en torno de la cual construye un conjunto de falsas
proposiciones.
Domina la sociología. Sabe antropología y economía.
Escribe versos y es oportunista. Nuestro idiota es un personaje admirado
y temido. Su opinión predomina en los círculos académicos,
resulta apreciada en los políticos y remunerada en los empresariales.
Todo perfectamente contradictorio con su presumida modestia. Hace ya
tiempo que se necesitaba un detenido estudio de tan notable fenómeno.
El “Manual” es un libro de combate, llamado a crear polémica
y a refutar -con sarcasmo y aguda crítica- los lugares comunes
y las verdades de perogrullo más usuales de la intelectualidad
latinoamericana.
Primero cataloga errores. Luego los formaliza, exponiéndolos
suscintamente a fin de refutarlos a continuación. Posteriormente
derriba mitos sin dejar títere con cabeza, incluidos Gustavo
Gutiérrez, Eduardo Galleano y José Carlos Mariátegui.
Finalmente, con gran ironía, presenta los diez libros más
leídos por el “idiota” y una impresionante galería
de medias verdades, por la que desfilan frases de lo más graneado
de nuestras elites, incluidos Mario Vargas Llosa y los tres mismos autores.
En síntesis, se trata de un libro polémico fundamental
para el liberalismo finisecular en Iberoamérica que rescata,
de la clásica idea del panfleto, la indignación y la ironía
como argumentos retóricos de la libertad.
_____* Abogado peruano, coautor de “El Otro Sendero”.
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